Sobresalto
Por Antonio Flores Schroeder
Allá están mis pies
descansan en zapatos de cartón,
parece el fin del mundo:
el viento arrastra nombres áridos
hasta el parque gris y sin resuello;
un hombre viejo lleva un globo rojo
y le grita a Dios que detenga el tiempo;
cerca de los columpios una mujer joven
se ríe para hipnotizar al presente.
Huele a tierra húmeda.
Acá,
están mis manos manchadas con sangre de arena,
creo que voy a despertar.
me ha gustado mucho tu poema...es inspirador de una mirada atenta al real sin dejar de fuera la fuerza del sueño,gracias, me ha animado.
ResponderEliminar